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Historias para no dormirCiencia Ficción, Terror, SuspenseEspaña
19663 temporadas (29 capítulos)50 min. (aprox.)Televisión española
No sé si todos conoceréis el nombre de Narciso Ibáñez Serrador, conocido popularmente como "Chicho". Este señor es un realizador y productor español creador del concurso más popular y aclamado de la televisión española (y para muchos, el mejor programa de nuestra tele), "Un, Dos, Tres, Responda Otra Vez". Pero este mítico concurso no es su única creación. También ha dirigido otros programas como "Hablemos de Sexo" y "Waku Waku?, además de las películas ?La Residencia? y ?¿Quién Puede Matar a un Niño?, y se le conoce en el ámbito de las series de televisión por aterrorizar a los españoles desde casi los comienzos de la pequeña pantalla en nuestro país, a través de la serie "Historias para No Dormir".
Esta serie, compuesta de dos temporadas, nos contaba historias independientes muy al estilo de "Historias de la Cripta" o "En los Límites de la Realidad", a veces con guiones creados expresamente para la serie y otras adaptando cuentos clásicos de autores como Edgar Allan Poe, Ray Bradbury o Robert Bloch.
En dichos episodios, presentados por el propio Ibáñez Serrador al más puro estilo Hitchcok, se nos contaban terroríficas historias como la de "La Pata de Mono", en la que un matrimonio recibía de regalo una pata de mono que concedía cualquier deseo, y el matrimonio deseaba entre otras cosas que regresara su hijo, fallecido años atrás, y el deseo era cumplido con horribles resultados. O el de ?Los Bulbos?, en el que a los niños de un pueblo les aparece una misteriosa cicatriz y comienzan a comportarse de forma extraña.
La serie Historias para No Dormir se emitió a mediados de los años 60, y fue pionera en el género del terror televisivo, llenando las noches de muchos ciudadanos, aún con la televisión recién comprada, de terribles pesadillas, cuando aún no existía el terror al nivel que hoy conocemos ni las sagas de "Viernes 13" o "Halloween".
El éxito de esta serie fue multitudinario, aunque el realizador quiso continuar la serie, solo pudo rodar un interesante episodio suelto en los años 70 titulado "El Televisor", sobre una familia que adquiere un televisor en color y resulta ser tan realista como la propia vida. Y a principios de los 80 logró rodar cuatro capítulos más en formato de vídeo doméstico, con menos resultados de audiencia de los esperados.
Finalmente, en 2005, Chicho volvió a la carga con "Películas para No Dormir", intentando retomar la serie desde una perspectiva distinta, episodios de mayor duración dirigidos por realizadores españoles de prestigio como Jaume Balagueró, Paco Plaza, Mateo Gil o Álex de la Iglesia, que aunque fueron obras bastante dignas, no dieron paso a una nueva serie.
Está visto que el terror patrio no triunfa tanto en la caja tonta como en el cine, donde sí lo hace gracias a directores como los antes mentados Balagueró y Plaza con la saga "REC" o Amenábar con sus excelentes "Los Otros" o "Tesis".
Con todo, espero que el terror nunca deje nuestra televisión, ya que es un género con muchos seguidores, y con los precios actuales del cine, muchos tenemos que conformarnos con pasar miedo en el salón de nuestra casa.
Esta serie, compuesta de dos temporadas, nos contaba historias independientes muy al estilo de "Historias de la Cripta" o "En los Límites de la Realidad", a veces con guiones creados expresamente para la serie y otras adaptando cuentos clásicos de autores como Edgar Allan Poe, Ray Bradbury o Robert Bloch.
En dichos episodios, presentados por el propio Ibáñez Serrador al más puro estilo Hitchcok, se nos contaban terroríficas historias como la de "La Pata de Mono", en la que un matrimonio recibía de regalo una pata de mono que concedía cualquier deseo, y el matrimonio deseaba entre otras cosas que regresara su hijo, fallecido años atrás, y el deseo era cumplido con horribles resultados. O el de ?Los Bulbos?, en el que a los niños de un pueblo les aparece una misteriosa cicatriz y comienzan a comportarse de forma extraña.
La serie Historias para No Dormir se emitió a mediados de los años 60, y fue pionera en el género del terror televisivo, llenando las noches de muchos ciudadanos, aún con la televisión recién comprada, de terribles pesadillas, cuando aún no existía el terror al nivel que hoy conocemos ni las sagas de "Viernes 13" o "Halloween".
El éxito de esta serie fue multitudinario, aunque el realizador quiso continuar la serie, solo pudo rodar un interesante episodio suelto en los años 70 titulado "El Televisor", sobre una familia que adquiere un televisor en color y resulta ser tan realista como la propia vida. Y a principios de los 80 logró rodar cuatro capítulos más en formato de vídeo doméstico, con menos resultados de audiencia de los esperados.
Finalmente, en 2005, Chicho volvió a la carga con "Películas para No Dormir", intentando retomar la serie desde una perspectiva distinta, episodios de mayor duración dirigidos por realizadores españoles de prestigio como Jaume Balagueró, Paco Plaza, Mateo Gil o Álex de la Iglesia, que aunque fueron obras bastante dignas, no dieron paso a una nueva serie.
Está visto que el terror patrio no triunfa tanto en la caja tonta como en el cine, donde sí lo hace gracias a directores como los antes mentados Balagueró y Plaza con la saga "REC" o Amenábar con sus excelentes "Los Otros" o "Tesis".
Con todo, espero que el terror nunca deje nuestra televisión, ya que es un género con muchos seguidores, y con los precios actuales del cine, muchos tenemos que conformarnos con pasar miedo en el salón de nuestra casa.